La pandemia de Covid-19 ha afectado radicalmente la vida de todos nosotros, individual y colectivamente. Pero los diversos grupos que componen nuestra sociedad sienten de diferentes formas los efectos de esa crisis, lo que refleja las desigualdades históricas que también deben ser enfrentadas.
En cuatro meses, el país ha alcanzado la infeliz marca de segunda nación con más registros de muertes por la Covid-19, después de los Estados Unidos. Y mientras acompañamos las curvas ascendentes de las gráficas, vemos un gobierno incapaz de revertir este cuadro.
Más allá de los números, son miles de familias que han perdido sus parientes queridos –gran parte de ellas compone el extracto más vulnerable de la población, que antes de perder la vida ha perdido sus empleos y derechos.
Por ello, nosotros del Idec, lanzamos en alianza con otras entidades, un alerta nacional, que hace un llamamiento a las autoridades de las esferas Federal, Estatal y Municipal a sus responsabilidades por acciones y omisiones, especialmente en lo que se refiere a los miles de muertes que podrían y todavía pueden ser evitados. El movimiento empezó con 12 entidades y ya totaliza 170 organizaciones civiles y casi mil ciudadanos.
Para relatar ese descaso con la vida de los brasileños, postulamos una Audiencia Pública en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Con base en la ley sanitaria, hemos presentado a la Fiscalía (MPF - Ministerio Público Federal), un pedido para responsabilizar a la Federación y la Presidencia de la República por acciones y omisiones que agravaron la crisis resultante de la pandemia de Covid-19.
Como entidad de defensa de derechos, monitoreamos desde cerca las medidas propuestas por el Gobierno y por el Poder Legislativo, para asegurar que derechos conquistados no sean violados durante este periodo. Contribuimos con dictámenes técnicos con el objeto de perfeccionar propuestas presentadas para enfrentar a la pandemia, siempre con el afán de proteger a los consumidores.
Respecto a la Democracia, tan joven y querida en este país, unimos fuerzas a otros movimientos, como Frente pela Vida, Brasil pela Democracia e pela Vida y Pacto pela Democracia.
Recientemente, siguiendo el debate mundial, apoyamos a la Coalizão Negra por Direitos. Ese movimiento, además de luchar contra el racismo, expone el impacto trágico de la pandemia en la población parda y negra en Brasil.
Y, a pesar de los nuevos desafíos de ese periodo, nunca hemos dejado a un lado nuestras causas históricas por la alimentación saludable y sustentable; por mejores relaciones para consumidores de servicios de salud, financiero y telecomunicaciones; por mejoras en la movilidad urbana, en los sistemas de energía –con más eficiencia y precio justo; y políticas públicas que acompañen la evolución digital sin que haya violación de derechos.
Para unir nuestras luchas al enfrentamiento a la Covid-19 producimos varios contenidos informativos acerca de la pandemia y también de diversos temas de impacto en las relaciones de consumo, con el objeto de proveer herramientas para que los consumidores no sean perjudicados. Nuestros especialistas en el área de Salud han preparado un conjunto de instrucciones para el público en general acerca de medicamentos y seguros de salud. Un material específico sobre la requisición de camas también ha sido divulgado entre los Procons (Programa de Protección y Defensa del Consumidor) locales, para asegurar la suficiencia de plazas en el SUS (Sistema Único de Salud).
También aprovechamos el momento de aislamiento para incentivar a la población a repensar su alimentación, a adoptar nuevos hábitos, más saludables. Y seguimos con nuestras acciones de acompañamiento de procesos judiciales sobre tributación de productos no saludables, tales como bebidas azucaradas y agrotóxicos; y presión sobre la Anvisa (Agência Nacional de Vigilância Sanitária) para que apruebe la revisión de las normas de rotulado nutricional.
Así como varios sectores de la sociedad, los transportes públicos también han sido afectados, especialmente por la reducción de pasajeros, necesaria en el aislamiento social. Eso puso de manifiesto la falta de financiamiento, además de la tarifa, un problema histórico del sector. Por ello, nosotros del Idec, al lado de aliados, lanzamos una campaña para comunicar a la sociedad y a los tomadores de decisión la situación que vive el sector.
Producimos, además, material informativo para aclarar a los usuarios de transporte sus derechos y cómo pueden hacer reclamos contra los transportes llenos. Paralelamente, finalizamos una encuesta sobre modelos de licitación, en 12 ciudades, que compara puntos de calidad, gestión y remuneración de edictos y contratos.
En las áreas de telecomunicaciones y energía, hemos tenido un importante papel al exponer la necesidad de mantener los servicios esenciales durante ese periodo en que las personas están en sus casas y muchas tuvieron sus ingresos reducidos, lo que puede afectar el pago de las facturas de electricidad y de internet. Reforzamos que en este momento es esencial que la población esté conectada para asegurar su acceso a otros derechos, como educación, trabajo y salud.
También producimos material informativo para ayudar al consumidor a leer el medidor de consumo de energía eléctrica y para evitar el cobro de otras tasas en la tarifa durante el periodo de pandemia.
Para preservar los derechos digitales, encaminamos las acciones judiciales sobre el uso de tecnologías de reconocimiento facial por el Metro de São Paulo y actuamos para que la puesta en vigor de la LGPD (Ley General de Protección de Datos) tenga el menor impacto posible debido a la pandemia.
Finalmente, actualizamos nuestro cuadro de presupuesto doméstico para ayudar a las familias a reorganizarse tras sufrir reducción de sus ingresos y cobramos de los bancos una actuación responsable para socorrer a los más afectados. Y más allá de la pandemia, defendemos una política de combate al endeudamiento, con medidas efectivas, que les permitan a las familias renegociar sus deudas, de manera que logren tener un mínimo para sobrevivir y recalentar la economía, tan afectada por el coronavirus.
Y aun a distancia, no dejamos de ayudar a nuestros asociados. Nuestro sector de relaciones sigue en marcha y nuestro equipo, trabajando desde casa y en seguridad, continúa dedicándose a orientar a nuestros asociados acerca de sus derechos y a auxiliarlos a enfrentar abusos de mercado y asimismo a hacer cumplir sus derechos por parte de los proveedores. Seguimos dándoles atención especial a los asociados en lo que se refiere a las acciones contra los planes económicos de la década de 90 – una vez que se prorrogó el plazo para hacer acuerdo con los bancos.
Con el objetivo de ayudar a más personas, hemos puesto a disposición de todos los consumidores interesados durante el periodo de pandemia, nuestros modelos de cartas y peticiones, que son muy utilizados para defender derechos individuales y solucionar reclamos de consumo. También hemos aumentado nuestros canales de comunicación para que todos puedan compartir sus experiencias y denuncias para ampliar el monitoreo del mercado durante ese periodo, con la sección Idec na Escuta.
El hecho es que estamos viviendo una nueva realidad, que va a demandar esfuerzos colectivos para recuperar la vida en sociedad y reactivar los diversos sectores de la economía. Idec sigue trabajando para que el futuro sea mejor y más justo